2011-02-28

Corazón saturado



Ya casi había olvidado que hoy era mi chequeo general. Salí corriendo de la chamba con el buen Aliaga. A paso de mustang, emprendimos veloz fuga a Larco. Andar en terno y corbata a medio día es más que un suicidio; peor si corres como un loco calato por toda la Gregorio Escobedo tratando de conseguir un taxi que no te cobre 1000 soles ir a Miraflores. En todo caso, el tema no es ése, el tema es que ahora sí me cagué. Ni más ni menos... Mmmmm... ¿Cómo les explico? A ver, grafiquémoslo:


Se trata de los resultados de mi chequeo. Para empezar, me sacaron 2 tubos de sangre (que yo sentí cual 2 galones :S) y me dejaron un punto que parece un lunar o, más bien, marca de nacimiento. Hasta estas horas de la noche me duele el condenado brazo. Luego de checarme los ojos y una serie de órganos vitales de este cuerpo latino piel canela xD, me hicieron esperar la vida por mis resultados. Por cierto, todo gil, yo, pensé que debía conservar el ayuno hasta el último minuto en ese lugar, pero en realidad sólo era hasta que te tomaran la muestra de sangre. Recién a las 5:00 p.m. se me ocurrió comerme un paquete de galletas. ¡Qué hambre horroroso!

Cuando dijeron: "¡Peralta!" (es curioso, pero no sé por qué ese grito me hace acordar al cole xD), me acerqué a la doctora y con cierta fatalidad (ésa de la que nunca he estado muy exento) y cara de autogol le dije: "Ya, doctora, sin rodeos... ¿Qué tengo?". El respiro llegó con el: "No te preocupes, no tienes nada malo". Uuuufffff... Pero uuufff por un rato, nomás, porque me dijo: "Tienes alto el colesterol y los triglicéridos". Automáticamente me acordé de las gaseosas, salchipapas, las pizzas, los pollos a la brasa, los sánguches mal y la retahíla de porquerías que de cuando en cuando (un poco más frecuente, acaso) como.

La doctora me empezó a enumerar una lista de celestiales manjares que me hacían revolcar en una orgásmica gula imaginaria. Como era natural, me dijo que debía parar la mano con esas cosas, no dejarlas del todo, pero sí disminuir la dosis. Pero como yo soy bien hipocondríaco, esa información no era suficiente. Le pregunté si el tema había sido un descuido alimenticio o si era este cuerpo de macho alfa (sí, claro) el que tenía una tendencia a cagarme la diversión. "Por tu carita al momento de que te enumeraba la lista de comidas con las que tienes que verte menos seguido, deduzco que el tema es un desorden alimenticio. Igual, habría que hacerte exámenes". Y, bueno, tampoco es para tanto. No me molesta parar con tanta comida chatarra y hasta comer pasto; digo, ensalada. ¡Lo que sí me jodió en el alma es que describa a mi rico, honorable y siempre bien ponderado chifa como "comida que nada en grasa"! ¡Qué herejía!

En pocas palabras, mi corazón está saturado. ¿De qué? Pues de grasas malagente y de mi ansiedad, de mi redundantemente vehemente ansiedad. Y, bueno, no sólo de grasa mal, en verdad, sino de un huevo de cosas, para serles sincero. Tengo ya mucho tiempo llenando el corazón éste de tanta cosa linda o rica a corto tiempo, pero que -a la larga- no me hace nada bien. No sólo el chequeo, sino el "asesinato virtual" del que hoy (¡justo hoy!) me acabo de dar cuenta, me lo dicen:

Debo parar la mano. Aunque me muera por eso, debo parar la mano. Debo dejar de llenar mi corazón de cosas que no le hacen bien. Ya es hora... Si no, mi corazón va a estallar... Sí que va a estallar :´(

1 comentario:

P.E.P.E. ® dijo...

Cuando el médico me revisó la última vez, (lo conozco hace años) me dijo, muy sinceramente:

-"Pepe, si te doy para que sigas una dieta, la verdad... por las huevas es no?"

- "Si Doc, para que le voy a mentir....", le edije

- "A los 36 te mueres...", me afirmó.


Y como me viene justo el 2012 para ese cumpleaños (el 36), creo que lo mio mas que ser un exceso de colesterol o algo por el estilo, es mas que todo una profecía Maya.