2011-07-31

Confesión sincera


Me perdí. Confieso que me perdí. No sé dónde ni cuándo perdí el rumbo, sólo sé que, como sea, debo recuperarlo. Discúlpeseme la brutal honestidad.

2011-07-30

El Orfebre


Estoy buscando la herrumbre,
este no ser que está siendo. La noche.

El calabozo de la palabra,
el rojo fuego y el sol negro.

Estoy buscando el labio redentor,
que apacigüe la caída sobre el infinito.

El grito.

Trabaja la superficie de esta existencia,
tilda un poco el ímpetu cuando estés adentro.

Hilvana mi oro consciente de su escasez
Y recuerda:

Es buen orfebre el que rescata la belleza
de aquello que se pensó perdido.

2011-07-29

Tres veces MALI


1.



Es de caballeros reconocerlo: el relanzamiento del Museo de Arte de Lima (MALI), es decir, remodelación estructural y administrativa fue parte del saliente gobierno de Alan García. El MALI ha quedado lindo y, sobre todo, hoy día apuesta por una agresiva promoción cultural. Hoy, por ejemplo, todas sus actividades y exposiciones fueron gratuitas. Golazo.

2.



Al MALI fui a chismear. De pronto, agarré el morral, el libro de la Pizarnik, el Bb y me monté en una rica combi. Leí que Piqueras y De Szyszlo eran la atracción. Bueno, sin desmerecer lo de Piqueras, lo de De Szyszlo me quitó el aliento. Ver su obra es asentir el porqué llevó el nombre del Perú a La Meca de la pintura: Europa. De Szyszlo es el Perú; el Perú es De Szyszlo. Ave, maestro.

3.



El último hálito que me quedó luego de la retrospectiva de Fernando de Szyszlo (que incluía trabajos dedicados a Vallejo, cortometraje suprarrealista y dibujos en poemarios de Westphalen y Salazar Bondy) me permitió sacar esta foto y dirigirme a una hermosa banca de mármol fuera del MALI para volver a las andazas con un (indigno) poema.

2011-07-25

¿Y si cerramos?




Bueno -como es evidente- hace mucho que no escribo. ¿La razón? Pues no creo que haya una sola: el trabajo, las ganas, la vida. Quién sabe qué. Por estos lares vengo, generalmente, a desfogarme. Para bien o para mal, claro. Pero últimamente he tenido otro tipo de desfogues y he dejado el blog sin escribir desde hace meses.

Por mi cabeza pasó la idea de cerrarlo (en realidad, aún lo pienso) y el tema es que en vez de escribir, me he dedicado a vivir. Tal vez no deje "tinta" por aquí, pero sí en cada uno de los días que me toca llenar. Sea como sea, creo que no debo ser tan ingrato con este espacio: siempre estuvo aquí y siempre estará. Sin reclamos, sin peros, dispuesto a contener mi alegría o furia; furia o alegría. Mi lugar.