2011-11-30

Hunting


Hoy estaba probando mis vinilos mientras hacía la tesis. Todavía no había almorzado, lo cual (en buen cristiano) significa que me cagaba de hambre. Me dio mucho sueño y entonces decidí tomar una siesta no mayor a quince minutos. Ahí estaba yo: tirado como mamarracho en la cama de mi hermana, en este cuarto que ya casi es el mío gracias a que la PC está empotrada en este estante que ustedes no alcanzan a ver.

Como banda sonora tenía "El Pájaro de Fuego" de Igor Stravinsky, interpretada por la London Symphony Orchestra, dirigida por Leopold Stokowski. Brindo los datos certeros para que se ubiquen mejor en la sórdida escena. Para morir. Sólo para que se den una idea:





De pronto, estaba en una casa de dos pisos, blanca, con atavíos de madera. Una casa grande. Yo andaba en el segundo piso, cuando, entonces, la musiquita se intensificó y apareció una suerte de verdugo que ajusticiaba a tipos allá abajo, en el primer piso. Cuando acabó con todos, miró hacia arriba, donde estaba yo, en el hall pequeño donde estaba la televisión en la pared. No sé qué veía en la tele (tampoco creo que tenga relevancia a estas alturas), el tema es que vino por mí. Subió las escaleras de madera a paso fugaz. No pude ver bien qué traía puesto, pues mis ojos se concentraron exclusivamente en su espantoso su rostro. Podría afirmar que sus ojos eran saltones y su expresión más mala que la de un sid (saben qué es un sid, ¿verdad?). Es más, podría jurar que sólo era una cabeza si no fuera porque vi que traía algo así como una túnica.

Mientras subía raudo las escaleras, supe que algo tenía que hacer: correr. Volver por el único camino al segundo piso era toparme con él y con el arma que, de veras, no recuerdo cuál era, así que sólo atiné a saltar desde el segundo piso. Caí en unos muebles, incorporándome al instante, consciente de que el verdugo tenía la misma resolución que yo para saltar desde esa altura. Seguí corriendo y volví a subir a ese hall. El tipo corrió tan rápido que por un momento sentí que respiraba en mi nuca. Cuando llegué al mismo lugar donde empezó todo, volví a saltar para evitar ser cazado. Fue entonces cuando volví en mí. Caí en el mueble, pero, en realidad, desperté en mi cama (bueno, la cama de mi hermana). Sí: Todo había sido una puta pesadilla.

Al parecer hay algo que me persigue y me persigue, así que mejor voy a hacerle la lucha antes de que acá (en la vida real) sí me alcance... No lo hará la muy cabrona.

2011-11-28

"No ayudes a afilar esa máquina contra mí, acércate, deja que te conozca"


LLAMADO A ALGUNOS DOCTORES

Dicen que no sabemos nada, que somos el atraso, que nos han de cambiar la cabeza por otra mejor.

Dicen que nuestro corazón tampoco conviene a los tiempos, que está lleno de temores, de lágrimas, como el de la calandria, como el de un toro grande al que se degüella, que por eso es impertinente.

Dicen que algunos doctores afirman eso de nosotros, doctores que se reproducen en nuestra misma tierra, que aquí engordan o que se vuelven amarillos.

Que están hablando, pues: que estén cotorreando si eso les gusta.
¿De qué están hechos mis sesos? ¿De qué está hecha la carne de mi corazón?
Saca tu larga vista, tus mejores anteojos. Mira, si puedes.
Quinientas flores de papas distintas crecen en los balcones de los abismos que tus ojos no alcanzan, sobre la tierra en que la noche y el oro, la plata y el día se mezclan. Esas quinientas flores, son mis sesos, mi carne.

¿Por qué se ha detenido un instante el sol, por qué ha desaparecido la sombra en todas partes, doctor?
Pon en marcha tu helicóptero y sube aquí, si puedes. Las plumas de los cóndores, de los pequeños pájaros se han convertido en arco iris y alumbran.
Las cien flores de la quinua que sembré en las cumbres hierven al sol en colores, en flor se ha convertido la negra ala del cóndor uy de las aves pequeñas.

Es el mediodía; estoy junto a las montañas sagradas: la gran nieve con lampos amarillos, con manchas rojizas, lanzan su luz a los cielos.
En esta fría tierra, siembro quinua de cien colores, de cien clases, de semilla poderosa. Los cien colores son también mi alma, mis infaltables ojos.
Yo, aleteando amor, sacaré de tus sesos las piedras idiotas que te han hundido. El sonido de los precipicios que nadie alcanza, la luz de la nieve rojiza, de espantado, brilla en las cumbres. El jugo feliz de los millares de yerba, de millares de raíces que piensan y saben, derramaré tu sangre, en la niña de tus ojos.

El latido de miradas de gusanos que guardan tierra y luz; el vocerío de los insectos voladores, te los enseñaré hermano, haré que los entiendas. Las lágrimas de las aves que cantan, su pecho que acaricia igual que la aurora, haré que las sientas y las oigas.
Ninguna máquina difícil hizo lo que sé, lo que sufro, lo que gozar del mundo gozo. Sobre la tierra, desde la nieve que rompe los huesos hasta el fuego de las quebradas, delante del cielo, con su voluntad y con mis fuerzas hicimos todo eso.

No huyas de mi doctor, acércate Mírame bien reconóceme. ¿Hasta cuándo he de esperarte? Acércate a mí; levántame hasta la cabina de tu helicóptero. Yo te invitaré el licor de mil savias diferentes.
Curaré tu fatiga que a veces te nubla como bala de plomo, te recrearé con la luz de las cien flores de quinua, con la imagen de su danza al soplo de los vientos; con el pequeño corazón de la calandria en que se retrata el mundo, te refrescare con el agua limpia que canta y que yo arranco de la pared de los abismos que templan con su sombra a nuestras criaturas.
¿Trabajaré siglos de años y meses para que alguien que no me conoce y a quien no conozco me corte la cabeza con una máquina pequeña?

No, hermanito mío. No ayudes a afilar esa máquina contra mí, acércate, deja que te conozca, mira detenidamente mi rostro, mis venas, el viento que va de mi tierra a la tuya es el mismo; el mismo viento que respiramos; la tierra en que tus máquinas, tus libros y tus flores cuentas, baja de la mía, mejorada, amansada.

Que afilen cuchillos, que hagan tronar zurriagos; que amasen barro para desfigurar nuestros rostros; que todo eso hagan.
No tememos a la muerte, durante siglos hemos ahogado a la muerte con nuestra sangre, la hemos hecho danzar en caminos conocidos y no conocidos.
Sabemos que pretenden desfigurar nuestros rostros con barro; mostrarnos así, desfigurados, ante nuestros hijos para que ellos nos maten.

O sabemos bien qué ha de suceder. Que camine la muerte hacia nosotros; que vengan esos hombres a quienes no conocemos. Los esperaremos en guardia, somos hijos del padre de todos los ríos, del padre de todas las montañas ¿es que ya no vale nada el mundo, hermanito doctor?
No contestes que no vale. Más grande que mi fuerza en miles de años aprendida; que los músculos de mi cuello en miles de meses; en miles de años fortalecidos, es la vida, la eterna vida mía, el mundo que no descansa, que crea sin fatiga; que pare y forma como el tiempo, sin fin y sin principio.

José María Arguedas

Pd.- Un día como hoy, 28 de noviembre de 1969, en un baño de la Universidad Agraria, José María Arguedas decidió terminar con su vida. El balazo no lo mató sino varios días después, aunque él había calculado morir instantáneamente el 28. Este poema suyo es sinceramente hermoso. Va como homenaje,

Iván Thays



Nota: Acabo de reproducir el post de Iván Thays en Moleskine Literario que recoge un hermoso poema de Arguedas. Aquí el link.

2011-11-27

El Proyecto Conga: ¿Oro y/o agua?


Lo que está ocurriendo en poblados de Cajamarca (Proyecto Conga) trasciende el hecho que los beneficios de la minería no lleguen a la gente. En su concepción (y, por supuesto, la nuestra) el agua es su fuente de vida. Como me dijo una vez mi amiga Mari: "Ellos han establecido sus viviendas en función de las fuentes de agua que existen". En todo caso, las palabras de una pobladora de Rejopampa son más que elocuentes: "Así no tengamos qué comer, pero siquiera el agua debe haber".

Creo que puede existir una minería social y ambientalmente responsable, pero esto de Conga me deja muchas dudas. ¿Cómo pedirle a las poblaciones de San Juan, Choropampa y Magdalena que crean en la minería luego del derrame de mercurio de 2000 por "obra y gracia" de Yanacocha?.

Lo de Cajamarca no hace sino confirmar un mal endémico de nuestra sociedad: la falta de empatía. ¿Qué harías tú si estuvieras en su lugar?.



Vídeo: Programa "Punto Final" - Frecuencia Latina

2011-11-25

Constantino Cavafis - Ítaca


Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.

2011-11-24

Thanksgiving Day (Día de Acción de Gracias)


Más allá del origen religioso, aquí también deberíamos celebrar el "Día de Acción de Gracias" (Thanksgiving Day). Tenemos mucho que agradecer, pero no lo hacemos.

A mí se me hace que somos muy malagradecidos. Nos quejamos de todo y de todos, pero muy pocas veces nos detenemos a reconocer lo bueno y a dar las gracias por ello. Y es que, si todo está tan jodido como dicen, cuando te topas con algo/alguien bueno, lo mínimo que puedes hacer es estar agradecido de haber encontrado la aguja en el pajar.

Sé agradecido con lo que tienes.

2011-11-20

Pearl Jam en Lima - Perú (18.11.11)





Una de las tareas más difíciles para una persona es la de plasmar en letras lo que siente en lo más profundo de sí, siendo, generalmente, los talentosos quienes logran hacerlo con envidiable excelencia. Lamento no ser un virtuoso, pero me enorgullezco de sentir ciertas cosas que, de veras, valen la pena. Una de ellas es la felicidad que me dejó el concierto de Pearl Jam. Haré el intento, entonces.

Me había unido a un grupo de amigos que empezaron a acampar desde el lunes. Mi turno fue de jueves a viernes, dormí solo en la carpa, pero contentazo porque al día siguiente (¡por fin!) se cumpliría el sueño musical de muchos: Ver a Pearl Jam en Perú. Al día siguiente la gente no aguantaba los nervios; la fila (que alcancé con las justas luego de irme a casa a asearme) no veía la hora de que rompieran la mitad de su ticket y les dieran licencia para echarse a correr el tramazo hasta la cancha del San Marcos. Así fue: Apenas dieron el pase, corrimos cual velociraptors para estar lo más cerca que se podía.

Y es que hasta ahora no puedo creerlo: Vi a Pearl Jam en vivo, y encima les vi desde la primera fila, justo entre Eddie y Mike. La verdad es que ello fue un inmerecido premio, pues creo que hay gente que les escucha desde hace muchos años. En mi defensa debo agüir que los pocos años que llevo escuchándolos lo he hecho "en serio", deshaciendo y aprehendiendo cada una de las canciones que me han gustado (que han sido casi todas).

"Metamorphosis 2" como intro nos daba la señal de que todo empezaba. A continuación, Eddie, Mike, Jeff, Stone y Matt aparecieron caminando y el Estadio (una vez más) estalló de la locura. El rasgueo de "Interestelar Overdrive" (cover de Pink Floyd) abrió la puerta para "Corduroy". Morí. Corrección: Morimos. Todos, eufóricos gritamos pasajes como: "I don't want to take what you can give/ I would rather starve than eat your bread...", algunos de nosotros cantando a voz en cuello, empuñando la bandera peruana con el "Perú Jams" que una cervecera obsequió a la entrada al concierto. ¡Qué felicidad!

Ya luego llegaron temas como "Why go", "Hail hail" y, por supuesto, la visceral "Do the evolution". ¡La mierda! ¡Cómo cantaba y saltaba la gente! Desde adelante, no distinguía el pogo en ese mar de cabezas, apenas me podía mover, empotrado a la valla de seguridad. Después de "Severed hand", la gente reposaba la euforia con "Immortality", tema que bien podría titular la noche ésa.

Durante ciertos episodios del concierto, Eddie Vedder se dirigía en español a la multitud a través de lo que había escrito en un cuaderno. Tan propio de él, recomendó que nos cuidáramos los unos a los otros y expresó su gusto de pisar Perú, diciendo algo que tocó a muchos: "La verdad es que no sé cómo tardamos 20 años para venir". Esto fue coronado con lo que dijo después, respecto de la sorpresa con la que se encontró esa misma mañana al ver esto, diciendo algo como: "Soñé que vi a través de la ventana de mi cuarto: Había personas paradas en un parque deteniendo una camiseta gigante y cantando canciones sobre Pearl Jam. Luego me di cuenta que estaba despierto y no era un sueño. Queremos agradecerles por la gran bienvenida y por hacer nuestro sueño realidad. Gracias". Emotivo, tan emotivo que ese mismo día Eddie había mandado al staff de la banda a entregar una carta en agradecimiento a la gente. Chequen aquí.




Luego siguieron canciones como "Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town", "The Fixer", la emblemática "Even Flow" y "Setting Forth", tema (que grité con furia) incluido en el OST de "Into The Wild", opera prima de Sean Penn [Si no la han visto, háganse un favor: vénala], "Not For You", "Lukin", "Amongst The Waves", la cruda "Better Man", "Black", coreada increíblemente por la gente, y "Go".

Luego del primer encore, la banda volvió con "The end"; al terminar esa canción, Eddie mencionó que dos miembros del staff se habían casado y estaban en su luna de miel. Los invitó al escenario y les cantó la que es -para mí- la mejor canción del "Backspacer": "Just breathe". Fue increíble. "Daughter", "Unthought known" (invitándonos a soñar los sueños de los demás para no ser rivales de nadie), la inédita "Olé", "Blood" y los clásicos "Jeremy" y "Porch" cerraron el segmento.




Tras el "Olé, olé, olé, olé... Pearl Jam, Pearl Jam", la banda volvió a salir en su segundo encore, el cual hacía imposible bajar el termómetro de alegría. Entonces, "Given to fly", quizás la canción más hermosa de Pearl Jam, sonó. Volamos alto y ancho en ese preciso instante. Los covers "Last kiss" (Wayne Cochran) y "The real me" (The Who) antecedieron a la poderosísima "Alive". Para el siguiente tema, Ed invitó a la genial banda telonera: "X" al escenario para interpretar otro cover: "Rockin' in the Free World", del no menos espectacular Neil Young. "Indifference" y "Yellow ledbetter" cerraron la noche de ensueño.

Terminado el concierto, todos lucían más que satisfechos, como era de esperarse, Pearl Jam no decepcionó y brindó un concierto que hizo olvidar que tras 20 años de existencia, recién pisaron estas tierras. Cuando me encontré con dos de las personas más fanáticas de Pearl Jam, Daniel y Miguel, sólo atinamos a abrazarnos y gritar de alegría porque, por fin, el sueño era real.



Siempre es odioso comparar, pero -personalmente- creo que Pearl Jam es lo mejor que apareció en los noventa, no sólo porque ofreció un sonido salido de las vísceras, sino porque fue capaz de nadar también entre las "baladas" más sensibles que dio la música. Las letras tienen un alto contenido existencial, de optimismo, cuestionamiento, crítica y, claro, amor. Toda una exploración del ser humano, ataviado con un estilo medio poético, que hace más meritorio su trabajo y que atrae no sólo a jóvenes, sino a todos [mi viejita casi se pone a llorar cuando le traduje "Off he goes" y "Just breathe"]. Más aun: Pearl Jam trasciende la música. Su congruencia como banda y su compromiso social dan cuenta de ello.

El 18 de noviembre de 2011 pudimos ver una de las bandas que serán recordadas de acá a varios, varios años, como de las más importantes que hubo. Cantamos, nos abrazamos, gritamos de euforia y por un día (y acaso más) todos fuimos hechos para volar.


Setlist: Aquí

Lo bueno: Todo.

Lo destacado: El pedido de la banda de que repartieran agua durante todo el concierto.

Lo malo: Las pésimas pantallas que pusieron para el público.

Las fotos: Todas son colaboración de los seguidores del Facebook de "Perú Jam".



2011-11-12

Monólogo del que extraña


Debí saber que te ibas cuando hablabas a media voz
O decías lo prohibido debajo de las sábanas
Ahora nadie es testigo de cómo explotan las constelaciones
Cuando descanso mi corazón sobre tu espalda
Y acaso lo que era todo no ha vuelto a serlo desde entonces
Todo no llega ni a la mitad
Ni siquiera siendo optimista
Ningún planeta gira ya alrededor del sol
Sino en torno a tu recuerdo
Dicen que estás en todos lados
Pero a mí se me hace que nunca exististe
Porque ese tacto no es de este mundo
Y es que al final no importa
Pues sea como sea
Ya estoy cansado de hablar de ti conmigo mismo

2011-11-05

Manuel Scorza - Serenata


Íbamos a vivir toda la vida juntos.
Íbamos a morir toda la muerte juntos.
Adiós.

No sé si sabes lo que quiere decir adiós.
Adiós quiere decir ya no mirarse nunca,
vivir entre otras gentes,
reírse de otras cosas,
morirse de otras penas.
Adiós es separarse, ¿entiendes?, separarse,
olvidando, como traje inútil, la juventud.

!Íbamos a hacer tantas cosas juntos!
Ahora tenemos otras citas.
Estrellas diferentes nos alumbran en noches diferentes.
La lluvia que te moja me deja seco a mí.
Está bien: adiós.
Contra el viento el poeta nada puede.

A la hora en que parten los adioses,
el poeta sólo puede pedirle a las golondrinas
que vuelen sin cesar sobre tu sueño.