2010-05-30

Pesadillas


No puedo dormir.

No, no es que haya tomado demasiado café o Redbull; tampoco que esté haciendo algo más productivo que leer mi libro de Caicedo. No, señores. Simplemente no puedo dormir porque comí como preso político a sólo una hora de pretender dormir; y eso, como se enteran en este mismo instante, es una afrenta para mis sistemas neurológico y estomacal.

Lo que pasa, en realidad, es que tengo horribles pesadillas cada que duermo con la panza llena. Pesadillas de todo tipo, eh... Desde unos thrillers psicológicos hasta las más macabaras. Lo más jodido es que al día siguiente tengo la pesadilla fresquita, fresquita. Si no lloro o me orino, es porque ya tengo veintitantos a cuestas, pero no se crean, eh, de veras es hardcore.

Pero, bueno, ya es hora de irme a conciliar sueño, si no, me pasará algo así:



(Sí que hago el mismo gesto cuando me despierto)

1 comentario:

kat dijo...

pobrecitoooo! (el perrito xD) huuu :3, y para ti giani ya pues en la noche una manzanita nomas! =D