NOSotros

Oye, he tenido muchas cosas importantes en mi vida: recuerdos de familia y amigos y también una que otra cosa material. Recuerdos y cosas muy bonitas. Sin embargo, te comento que hace tres años vivo con el corazón inflado de alegría, algo que -en honor a la verdad- no le llueve a cántaros a la gente. He llenado mi corazón con amor por ti y de ti. Lo he llenado pese al temor natural que la mayoría de seres humanos sentimos al dar algo tan importante como ese zurdo y delicado órgano. Allí no termina todo. Hay más: planeo seguir haciéndolo mientras a esa llama no se le acabe el oxígeno y deje de brillar (dicho sea de paso, de ocurrir eso, allí me tendrás en pie de guerra para evitar zucumbir).

Y aunque éste no sea el medio más idóneo para decirlo, sirvan estas líneas para agradecerte por tu existencia, tu forma de ser, tu amor por mí y por todo lo que soy cuando estoy contigo.

¡Feliz día NOS!